Cataratas Victoria, en Zimbabwe.
Por increíble que parezca, el tipo de la foto no ha recortado su silueta con el Photoshop y se ha colocado sobre un fondo falso. En realidad, se encuentra en el filo exacto de las cataratas Victoria, en Zimbabwe, asomado a una caída de agua más de cien metros del altura.
El lugar, conocido por los lugareños como Devil’s pool (la piscina del diablo), es frecuentado por intrépidos turistas dispuestos a superar el vértigo con tal de conseguir una buena foto. Un vistazo al siguiente vídeo, os permitirá haceros una primera idea de la sensación que debe producir bañarse en este lugar.
Esta piscina natural está situada cerca de la isla de Livingstone, justo encima de las cataratas Victoria, y debido al caudal del río, solo es posible bañarse en ella entre los meses de septiembre y diciembre.
Aunque algunas personas que han visitado el lugar aseguran que es completamente seguro, lo cierto es que hay echarle valor para bañarse en esta piscina sin ser presa de un ataque de pánico. Eso sí, una vez superado el miedo, la vista es sencillamente demencial.
En las fotografías que los turistas cuelgan en Flickr, es posible ver familias enteras y grupos de amigos tomando un baño tranquilo junto al abismo, riendo y posando con absoluta naturalidad. A pesar de todo, las instantáneas siguen provocando una fuerte sensación de irrealidad.
Es posible que muchos hayan sospechado del viejo truco de la perspectiva, creyendo que en realidad la caída no es la que aparece en las fotografías. Como veréis a continuación, otro usuario de Flickr tomó las instantáneas desde el lado contrario, señalando el lugar exacto donde, según sus palabras, se bañan estos "maníacos".
A pesar de lo idílico de las imágenes, las agencias de viajes advierten de que se trata de una actividad muy peligrosa y recuerdan que el acceso al lugar sin los permisos adecuados está prohibido.
2 comentarios:
no e estao pero me encantaria estar
tiene ke estaaaaaaaaaaar chulisimo
Pues si Anonimo je je je... A mi también me gustaría ir. Es muy bonito. Algún día yo también iré.
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