17/7/07

EL PERRO DE BUSH


¡Qué mal pensado es usted! El periodista se refiere a Barney, el Primer Perro, según lo califica oficialmente la Casa Blanca en su página de Internet www.whitehouse.gov/barney/

¿De qué se trata? Pues nada menos que de un símbolo de la decadencia imperial.
Barney es la mascota preferida del presidente de Estados Unidos de América y, en consecuencia, el señor George W. Bush decidió que, para ejemplo de los canes de todo el planeta, debía aparecer en el ciberespacio la historia y aventuras ejemplares de su perro.
Pero no piense q ue con unas breves líneas todo concluiría. Nada de eso. Barney, el superdotado animal preferido de Bush, mantiene en Internet toda una señora página que contiene su biografía (es un Terrier escocés de pelo negro nacido el 30 de septiembre del 2 000 en Nueva Jersey con dirección particular en 1 600 Pennsylvania Avenue, Washington, DC, etc), cientos de fotos, actuaciones protagónicas en siete filmes, un dossier con las preguntas hechas al can mediante correo electrónico y las "sabias" respuestas del perro.
Vale la pena detenerse aquí para mostrarle al lector hasta dónde llega la "inteligencia" de Barney al "responder" y la "calidad" de las preguntas. Cierto pequeño internauta británico le pide ayuda para desentrañar una difícil pregunta matemática: ¿cuánto es 7 X 7? 49, "escribe" Barney escuetamente. Pero la aplastante mayoría de las "respuestas" de este animalito las hace en su lenguaje particular, que la Casa Blanca no duda en trasmitir literalmente a quienes visitan su página en Internet (bark, arf, bow, wow). ¿Acaso será el preámbulo de una nueva lengua imperial más allá del inglés?
Llama la atención que en esta lista de "respuestas" de Barney aparezcan —fotos incluidas— asesores perrunos de la talla de Jimmy Orr, director de Internet de la Casa Blanca; Roland Mesnier, chef de cocina del señor y la señora Bush, o Blake Gotttesman, ayudante personal del presidente... y de su perro Barney.
Se entiende perfectamente entonces que el Primer Perro tenga acceso directo, y jamás prohibido, a cuanto visitante ilustre llegue a la Casa Blanca o lo haga al rancho texano del señor presidente.
Para los mal pensados, la foto que ilustra este trabajo no es un fotomontaje sino instantánea oficial del gobierno estadounidense hecha el 8 de septiembre del 2004 por Alex Cooney con un pie que mueve a la reflexión: Barney prepara los micrófonos desde donde se dirigirá a la nación el principal inquilino de la Casa Blanca para revelar "verdades" sobre la guerra en Iraq.

Fuente: Granma Cubaweb

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